El arte del «storytelling» y la narrativa política: cómo construir relatos que resuenan con el electorado

En el complejo tablero del ajedrez político, la narrativa emerge como una reina poderosa, capaz de moverse en todas direcciones para alcanzar su objetivo: conectar con el corazón del electorado. La eficacia de una historia bien contada puede ser la diferencia entre el olvido y la memoria colectiva. 

Así, el «storytelling» es una herramienta esencial para cualquier político y su equipo de comunicación, actuando como un puente entre las ideas y el electorado. Mediante una historia efectiva, los políticos pueden movilizar a los potenciales votantes, e incluso catalizar la transformación de simples seguidores  en fervientes partidarios y defensores. Por eso es tan importante tejer relatos políticos que hagan eco en los corazones y mentes de las personas. Historias que informen, emocionen y movilicen, y que consigan dejar huella indeleble en la mente y el espíritu de los votantes.

La importancia de la narrativa: tejiendo conexiones significativas

El «storytelling» trasciende la simple divulgación de información. Implica elaborar un relato envolvente que refleje los valores, ideales y programas políticos de una manera que resuene con la audiencia. No se trata solo de informar, sino de emocionar y movilizar, de inspirar lealtad, de cultivar confianza y de fomentar un sentido de identidad compartida entre los votantes.

La narrativa es más que la suma de sus partes; es la tela de fondo que da contexto y significado a todo lo que rodea la política. A través de ella, se pueden transmitir valores, conectar con preocupaciones cotidianas y esbozar futuros deseables que movilicen a la ciudadanía.

Cómo construir una narrativa política resonante: elementos clave

Claridad en el mensaje

Los mensajes potentes son aquellos que se entienden sin esfuerzo. Un mensaje claro y contundente es el cimiento de una narrativa política cautivadora. Define con precisión los valores y propuestas que deseas comunicar, y asegúrate de transmitir ideas claras y ejecutables, alejándote de la ambigüedad. 

Un buen ejemplo es «Por el cambio» usado por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) bajo el liderazgo de Pedro Sánchez, buscó presentar una alternativa clara al gobierno previo, apelando a la necesidad de renovación y progreso. Luego, siguieron en la buena línea con “La España que quieres”, aludiendo claramente a un objetivo común y un futuro prometedor.

Sé que el ejemplo está un poco manido, pero es que aún en 2023 sigue siendo el mejor: en 2008, la narrativa de «Change we can believe in» de Barack Obama ofreció una promesa clara de transformación política, fácil de recordar y repetir.

Desarrollo de personajes políticos

Los líderes políticos son mucho más que figuras públicas; son los personajes centrales de tu narrativa y, como tal, deben presentarse como protagonistas con los que el público pueda identificarse o aspirar a ser. 

Construye perfiles auténticos y multidimensionales que humanicen a los candidatos, mostrando sus motivaciones, experiencias y compromisos de manera que el público pueda conectar con ellos a un nivel más humano y emocional. Por ejemplo, Angela Merkel compartía detalles sobre su juventud en la Alemania comunista, y conseguía así mostrar una profundidad que iba más allá de su papel como Canciller.

Los políticos se convierten en el rostro humano de sus ideas. Pablo Iglesias utilizó su propia historia como profesor y comentarista político para posicionarse como una voz del pueblo, alejada de las élites tradicionales.

Estructura narrativa atractiva

Una historia con principio, desarrollo y final ayuda a guiar al electorado en un viaje emocional. Una historia política convincente debe seguir una estructura narrativa sólida: establece el contexto político actual, enfrenta desafíos y conflictos, y culmina con una visión inspiradora y un llamado a la acción. Esta secuencia fomenta una conexión lógica y emocional con la audiencia.

Un ejemplo es el discurso «I Have a Dream» de Martin Luther King Jr., que pintó una vívida imagen de los desafíos y culminó con una visión inspiradora de igualdad y justicia. Otro buen ejemplo podría ser la estructura de la narrativa del «New Deal» de Roosevelt, que presentaba un problema (la Gran Depresión), una lucha (las políticas de recuperación) y un desenlace esperanzador (la recuperación económica y la reforma social). 

La moraleja es que, presentadas como una buena historia, las ideas tienden a quedar más en la mente de la ciudadanía y a conmover más.

La psicología de la narrativa: conectando con las emociones de la audiencia

Las historias políticas tienen la capacidad de despertar emociones profundas, y las emociones son el pegamento que une a las personas con las historias. Al tocar las fibras emocionales, se crea una conexión más fuerte que la que pueden ofrecer los datos y cifras. La empatía y la identificación con los personajes y las circunstancias pueden ser extremadamente influyentes en la percepción y las decisiones del público.

Por ejemplo, la lucha de Nelson Mandela y su llamado a la reconciliación en Sudáfrica apelaron al deseo universal de justicia y unidad, creando una resonancia emocional que trascendió fronteras. Otro buen ejemplo es la narrativa de «El Gran Pueblo» utilizada por Franklin D. Roosevelt durante la Gran Depresión, que apeló a la unidad y la resiliencia, inspirando esperanza en tiempos difíciles.

En España, las narrativas políticas han estado marcadas por la historia reciente del país, las tensiones regionales y los desafíos económicos. El apelo a la unidad y la defensa de la democracia durante la crisis catalana es un ejemplo de cómo las emociones pueden ser movilizadas en momentos críticos. Y, de hecho, también es un buen ejemplo de como el «storytelling» puede convertirse en un arma peligrosa si se le va a uno de las manos…

Estrategias para potenciar tu narrativa política

Utiliza anécdotas y casos reales

Emplea narraciones y ejemplos vivenciales para ilustrar tus argumentos. Estas historias personales tienen un poderoso eco en los oyentes y hacen que los conceptos políticos sean más comprensibles y relevantes. Políticos como Alberto Garzón a menudo utilizan historias de ciudadanos individuales para ilustrar cómo las políticas económicas afectan a la vida cotidiana de las personas.

Por ejemplo, la conocida historia de «Joe the Plumber» en la campaña de 2008 de John McCain personificaba el debate sobre la política fiscal y la economía, haciendo que temas complejos parecieran accesibles y relevantes para el votante medio.

Incorpora metáforas y simbolismo

Emplea metáforas y símbolos que encapsulen los valores y aspiraciones del partido o candidato. Estos elementos añaden profundidad y potencian el impacto emocional de tu relato.

La «España vaciada» es una metáfora que captura la lucha contra la despoblación rural y el desequilibrio territorial, siendo utilizada por diferentes partidos para demostrar compromiso con las regiones menos pobladas.

Promueve la participación activa

Haz que tu audiencia se sienta parte de la historia. Invita a la interacción, comparte experiencias de partidarios y motiva la asistencia a eventos políticos. Esto no solo enriquece la narrativa, sino que también fortalece la comunidad y el sentido de pertenencia.

Las campañas de Obama fueron pioneras en el uso de las redes sociales para crear una sensación de movimiento de base, invitando a los seguidores a contar sus propias historias y a ser parte de un cambio colectivo mayor. En España, partidos como Podemos, Más Madrid, Vox o Sumar han sabido sacar partido también a las redes sociales para movilizar a las bases.

Conclusión

El «storytelling», cuando se maneja con destreza, es un poderoso conducto para la empatía y la acción. Las historias políticas bien elaboradas tienen el poder no solo de informar, sino de inspirar y movilizar, creando comunidades de votantes que se sienten profundamente conectados con sus líderes y los ideales que representan.

Dominar el arte de la narrativa política implica mucho más que transmitir información; se trata de construir relaciones significativas con el electorado. Al crear historias que vibren con las experiencias y esperanzas de los ciudadanos, los comunicadores políticos pueden influir decisivamente en la percepción y el compromiso cívico. Recordemos: en el arte de la política, lo que dices es tan importante como el cómo lo dices y el sentimiento que despiertas en quienes te escuchan.

La forma en que se presentan estas narrativas, y la autenticidad y emoción que contienen, pueden determinar el éxito o el fracaso de una campaña. En última instancia, una narrativa política eficaz es aquella que toca el alma colectiva del electorado, conduciendolos hacia un futuro compartido.

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